Luego de dos años sin poder viajar, Gabriel recibió a fines de junio en Bolonia el Simmet Prize, el premio más importante en el campo de la reproducción asistida en animales de granja, por su trabajo pionero en el desarrollo de protocolos prácticos para la inseminación artificial a tiempo fijo (IATF), la superovulación y la transferencia de embriones en el sector bovino.
Tuvimos el honor de poder aprender de sus conocimientos en una disertación que recorrió aspectos cada vez más relevantes para la ganadería actual.
El Dr. comenzó mostrando la importancia que tiene Sudamérica en la producción de proteína bovina. Tenemos aproximadamente el 23,9% de la población mundial de vacas, es decir que tenemos, aproximadamente, un cuarto de la ganadería del mundo. En consecuencia, debemos lograr que esa ganadería sea cada vez más productiva y eficiente.
Sin embargo, en Argentina tenemos una baja productividad por el stock, por un lado por la baja tasa de destete y por otro lado porque producimos o se faenan animales demasiado livianos. Hoy podríamos producir animales más pesados para mejorar el stock incorporando genética.
“Lo ideal sería tener el famoso ternero/vaca por año y creo que en algunas regiones de Argentina eso es totalmente obtenible” dijo Gabriel.
Podés ver la primera parte de la charla acá
Para conseguir la productividad más eficiente en un sistema de cría debemos tratar de aprovechar al máximo el recurso más importante que tenemos, que es la pastura. “Tenemos que tratar que las vacas paran todos los años en la mejor época del año, o sea, que tengamos un intervalo entre partos de doce meses.” afirmó.
Si a ese intervalo de 12 meses le restamos la gestación, que son 280 días, queda un período bastante más corto (85 días) para tratar de preñar la vaca. Esto quiere decir que a los 85 días posparto todas las vacas deberían estar preñadas para poder tener el ideal ‘un ternero por vaca por año’.
En este sentido, hay algunos aspectos que pueden dificultar el trabajo. Uno es la involución uterina de la vaca luego de haber parido, la cual emplea aproximadamente treinta días para que el útero esté en condiciones para una nueva gestación. Esto quiere decir que de 85 días, solo quedan 55 para cumplir el objetivo.
Otro período importante es el anestro postparto. Si el anestro postparto es muy largo, indudablemente afecta a la productividad.
“El objetivo es llegar al 100% de preñez a los 85 días postparto. Si no conseguimos eso, tenemos que tratar de acercarnos lo más posible a ese número.” explicó el veterinario.
¿Cuáles pueden ser las causas de que las vacas con cría no se preñan al principio de la temporada? La causa más importante es la alta tasa de destete. En general, cuando hacemos una ecografía en el inicio del servicio en un rodeo de cría, podemos identificar tres categorías de vacas:
• Cíclica: Las vacas que generalmente tienen un período postparto más largo y que van a tener un cuerpo lúteo, que están en condiciones de ciclar y que van a poder ser servidas por el toro.
• Vacas que están en anestro: De acuerdo a las características del tamaño folicular y de la condición corporal que tenga la vaca, existe una subclasificación:
∗ Anestro Superficial
∗ Anestro Profundo
Lo ideal sería tener la mayor cantidad posible de vacas dentro de las categorías cíclica y anestro superficial. Las que están en anestro superficial son muy fáciles de sacar de ese anestro con un tratamiento hormonal para que puedan preñarse. Es conveniente que la mínima cantidad de vacas se encuentre en anestro profundo, ya que, inclusive con los tratamientos hormonales, las respuestas reproductivas van a ser un poco más bajas.
Hoy existen diferentes herramientas y protocolos que tenemos al alcance para poder lograr aumentar la cantidad de vacas preñadas y cumplir con los objetivos en nuestros rodeos. Tenemos, por ejemplo, las herramientas hormonales, que nos permiten inseminar vacas al inicio del servicio. Podemos realizar distintos protocolos como la inseminación a tiempo fijo (lo importante es que estos protocolos tengan un dispositivo con progesterona), los cuales nos van a permitir poder sacar del anestro a todas las vacas que estén allí al principio del servicio.
Mirá la segunda parte de la charla acá
¿Qué podemos modificar utilizando protocolos de IATF al inicio de la temporada de servicio?
En primer lugar conseguiremos tener más terneros, un mayor peso al destete (porque aumentamos la cabeza de parición) y más precio por kilogramo producido (al utilizar programas de cruzamientos).
También, si usamos la genética apropiada, tendremos más conversión en los sistemas de engorde. Hoy tenemos índices genómicos e índices para elegir toros que conviertan mucho más para producir animales de mejor calidad.
Hay muchos trabajos que han demostrado a lo largo del tiempo que el inicio del servicio con una IATF mejora sobre todo en lo que respecta a la cabeza de parición. Con la intervención a partir de una IATF se produce un 50% de vacas preñadas al inicio del servicio.
Gabriel explicó que para implementar la inseminación a tiempo fijo, como técnicos, debemos hacer cosas antes y después del protocolo. Antes debemos tener en cuenta la nutrición, después la nutrición y el manejo, y antes y después también tenemos que prestar atención a la sanidad. Entonces, son varios los factores a los que debemos atender al momento de utilizar esta técnica.
Uno de los principales factores es el protocolo. “Casi todos los veterinarios conocemos hoy muchos de los protocolos que hay, inclusive los protocolos más modernos” dijo el doctor. Todos son eficientes, todos tienen sus ventajas y desventajas; lógicamente tenemos que conocerlos.
También tenemos que conocer la condición de nuestras vacas. Es necesario saber cómo están, cómo pasaron el invierno, cómo están pariendo, cuánto tardarán en mejorarse.
Además, las instalaciones también juegan un rol importante dentro del proceso. Tendremos que tener un buen cepo, una buena manga, un buen techo, poder manejar el estrés y también poder hacer una planificación del programa de la temporada de servicio.
Por otro lado debemos usar un buen inseminador y la técnica de inseminación tiene que ser la acertada.
Un aspecto que no podemos dejar pasar: usar semen de buena calidad. Gabriel aclaró que la buena calidad hace referencia a tres características:
1) Que sea un semen viable -que tenga más del 30% de espermatozoides mótiles y con una morfología con espermatozoides normales de más del 70 u 80%-;
2) Que sea semen de toros realmente mejoradores -tener datos genómicos de esos toros para asegurar que los toros realmente mejoren las características que nosotros queremos en nuestro plan de mejoramiento-;
3) Que sean toros fértiles -hoy por suerte tenemos la posibilidad de elegir toros también por su fertilidad intrínseca y esto va a mejorar significativamente las tasas de preñez-. “Si vamos a usar inseminación artificial, usemos la mejor genética disponible” expresó.
Por último, es muy importante tener registro. Si no tenemos registro no vamos a poder analizar, y si no podemos analizar no sabemos qué hay que mejorar. Actualmente podemos aprovechar la identificación electrónica para poder tener argumentos como para ver, analizar y prever qué resultados vamos a obtener.
Si bien cada establecimiento es distinto, prestar atención a estos factores contribuirá a que los resultados sean estables y repetibles a lo largo de los años.
Para cerrar la charla, Gabriel agradeció a Mercado GenGanar por el trabajo realizado en conjunto: “Para mí es un placer haber compartido con ustedes y con todos los que se sumaron para discutir toda esta temática de reproducción y espero que nos podamos seguir encontrando en todos estos ámbitos que realmente contribuyen mucho para mejorar la ganadería que tanto queremos” dijo el doctor.
Además, expresó que para él, la ganadería es más que una actividad comercial y profesional, es un sentimiento
¡Gracias Gabriel por formar parte de nuestro ciclo de charlas y webinars Ganadería de Precisión y por compartir tus conocimientos!
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