El agua no sólo es buena para calmar la sed o refrescarse cuando hace calor. En la producción animal desde la más deficiente a la más eficiente, el agua es un alimento y como tal debe tratarse. Es el elemento más vital de todos los conocidos hasta el momento. Constituye la mayor parte del peso de los vegetales y animales, y en ella se desarrollan infinidad de procesos indispensables para la vida.
Su abundancia, incluso en zonas áridas o semiáridas, hace que pocas veces le prestemos la atención necesaria tanto desde el punto de vista de su uso como de su conservación. Los animales en general incorporan agua a su organismo a través de por lo menos 3 vías; ingestión voluntaria, ingestión a través de los alimentos y agua metabólica, generada a través de reacciones químicas dentro del organismo animal.
Algunas de las condiciones que modifican el consumo de agua son: tipo y tamaño del animal, estado de lactación, nivel de producción de leche, nivel de ganancia diaria, cantidad y calidad de la dieta consumida, calidad y accesibilidad al agua y condiciones ambientales.
Lo que hace al agua poco satisfactoria es principalmente la salinidad total, seguido por los niveles de sulfatos y en algunos casos la concentración de arsénico (As), flúor (F) y nitratos. El As y el F por si mismos pueden definir la ineptitud del agua para ser consumida. Son elementos altamente tóxicos para animales y el hombre, por lo que independientemente de la composición salina del agua de bebida, altos niveles de uno u otro limitan su uso.
Suplementación mineral:
Así como la calidad del agua de bebida afecta el consumo de materia seca del alimento, también afecta el consumo de suplementos minerales formulados como mezclas de sales, pero más significativamente en la absorción y utilización de minerales presentes en la dieta.
Consumo de Agua:
El consumo de agua por el animal está influenciado por muchos factores externos e internos que por lo general son muy difíciles de controlar. Numerosos estudios indican que podría hacerse una buena aproximación si consideramos que un animal adulto puede consumir aproximadamente el 8 al 10% de su peso en agua: un novillo de 400 Kg podrá ingerir 40 litros por día.
El factor más conocido de todos es la temperatura ambiente, en verano siempre hay un mayor consumo pero también hay mayor evaporación en represas o estanques lo que debe tenerse muy en cuenta al considerar los requerimientos de reserva. Otra variable de mucha importancia es el tipo de alimentación que reciben los animales. Como regla general todos los forrajes secos y/o concentrados demandan mayor cantidad de agua, que los forrajes verdes. En amplias zonas de la región semiárida y árida la distancia a las aguadas puede ser un factor muy importante a tener en cuenta. Es común observar que el encierre de bovinos se hace mediante el "cierre" de la aguada ya que los animales "bajan" a la misma cada 2, 3 o más días. En estos casos el consumo puntual de agua es mucho más elevado que si se produce en 1 o 2 tomas diarias, pero en el mismo período el consumo total es equivalente, es decir no consumen ni menos ni más agua.
El estado fisiológico de los animales también incide. Una vaca en lactación consume más líquido que una vaca seca pero las diferencias son bastante chicas como para que sean consideradas en explotaciones extensivas donde el acceso a las aguadas es a voluntad.
CONCLUSIONES:
Karen Dupchak, en su informe "Evaluando la calidad del agua para el ganado" concluye: El agua es el nutriente simple más importante para el ganado. Los animales, así como los humanos, pueden vivir por largos períodos sin comida. Sin agua, sin embargo, puede ocurrir la muerte en cuestión de días. Desafortunadamente, tanto la calidad como la cantidad del agua provista al ganado son a menudo descuidadas. El agua está involucrada directa e indirectamente en cada proceso fisiológico.
El agua es un medio de transporte de nutrientes, material de desecho, hormonas y otros mensajeros químicos, así como también para el alimento a través del tracto gastrointestinal. También juega un rol muy importante en la regulación de la temperatura corporal, actúa como lubricante en las coyunturas del esqueleto y es un componente de muchas reacciones químicas básicas. ¡Cuidémosla!
Autores: Dr. Ricardo L. Sager, Karen Dupchak.
Fuente: Inta.